El Año Nuevo Andino es una celebración cultural de origen ancestral en los Andes, sobre todo en el altiplano y en la sierra sur peruana, aunque también se festeja en países vecinos como Bolivia, Chile y Argentina.
Esta festividad se celebra cada 21 de junio, con el solsticio de invierno en el hemisferio sur, donde está ubicado el Perú y Sudamérica. El solsticio es el día más prolongado del año y donde la noche tiene mayor duración que el día.
¿Qué significado cultural tiene el Año Nuevo Andino?
Desde tiempos ancestrales, las sociedades andinas rinden culto al sol (Inti en quechua y Willka en aimara) y también a la Pachamama o madre Tierra en ambos idiomas. Al sol se le agradece por retornar radiante al amanecer y bendecir con su luz y energía a los campos de cultivo, los animales, el agua y otros recursos naturales, así como a las personas.
Y a la Pachamama se le agradece por las cosechas del año anterior y para invocar su bendición para el nuevo ciclo de producción agrícola, con mayor fertilidad en las siembras y cosechas que son el sustento de la población y al ganado.
El Año Nuevo Andino es también un encuentro donde se manifiesta la riqueza cultural de los pueblos expresada en danzas y música, se comparten potajes típicos de cada región y se desarrollan rituales místicos para invocar un nuevo tiempo de pródigas faenas agrícolas y producción laboral para toda la comunidad campesina.
¿En qué regiones se festeja el Año Nuevo Andino?
El Año Nuevo Andino se festeja en las regiones de la sierra peruana, aunque en los departamentos de Puno y Cusco se celebra con mayor despliegue de actividades tradicionales que concitan el interés de turistas nacionales e internacionales.
En todas las provincias de Puno, la población quechua y aimara celebra con un solemne acto ritual que consiste en la ofrenda al sol al amanecer del 21 de junio, al pie del cerro Huajsapata, considerado un apu o divinidad tutelar andina.
En este acto participan autoridades, organizaciones sociales y culturales, así como la población en su conjunto que agradecen a la divinidad astral andina su energía y bendición para comenzar un nuevo calendario pleno de bienestar y éxitos.
Con esta ceremonia también dio inicio la nueva campaña agrícola, llena de expectativas y promesas de abundancia. Al concluir la ceremonia, tanto las autoridades como los asistentes disfrutaron de un desayuno andino compartido, preparado a base de papa, haba, chuño y quinua, símbolos de felicidad y prosperidad para asegurar que la comida nunca falte en los hogares de la región.
El abrazo entre los participantes marcó el cierre de esta emocionante actividad, donde se deseaban un feliz año nuevo andino y éxitos en la vida personal y en las instituciones. Posteriormente, se disfrutó de la interpretación de sikuris y la presentación de danzas originarias, que enriquecieron la celebración con su esencia cultural y tradicional.
or su parte, en Cusco se celebra el emblemático Inti Raymi o Fiesta del Sol, el 24 de junio. Esta es la festividad más icónica de la región y se desarrolla en tres lugares: el templo de Qoricancha, la Plaza de Armas y la fortaleza de Sacsayhuamán, donde tiene lugar la ceremonia principal.
Además de junio, durante todo el mes de agosto se celebra también el Año Nuevo Andino en todo el departamento del Cusco y marca el inicio de las actividades agrícolas, por lo que se realizan rituales de invocación a la madre Tierra para que derrame sus bendiciones con mucha fertilidad en las cosechas.
En otras regiones del centro y sur andino peruano como Huánuco, Junín, Pasco, Huancavelica, Apurímac, Arequipa, Ayacucho, Moquegua y Tacna también se celebra el Año nuevo Andino con gran devoción y participación de público que le agradece al astro rey y a la madre Tierra por todo lo concedido en el ámbito agropecuario y personal los últimos doce meses.
Del mismo modo, le piden a ambas divinidades ancestrales que les sigan confiriendo años de plena fertilidad y progreso para todos.
Tomado de Agencia Andina
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