Ha muerto Fujimori. En el campo aún se siente el dolor que provocó durante sus años de gobierno. Ya no está para pagar sus terribles delitos. El país necesita mantener la memoria de esos crimenes cometidos para que no vuelvan a repetirse y poder construir una patria sin autócratas, sin gobiernos autoritarios, donde nuestras voces sean escuchadas y de verdad todos seamos iguales en derechos y oportunidades de vida. Por eso hace mal este gobierno en declarar tres días de luto nacional por su muerte, ofendiendo la memoria nacional y la de los muertos que ordenó matar. No merece honras oficiales el que no respetó la vida de miles de peruanos y peruanas.
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