Ayacucho es otra de las regiones que soporta una crisis ambiental extraordinaria, debido a un aumento de incendios forestales. En los últimos días, se han registrado múltiples focos de incendio que vienen devastando amplias áreas de bosques y tierras agrícolas, provocando una emergencia que pone en peligro la biodiversidad local.
Un incendio de grandes dimensiones se dio por los cerros de Quispillaccta, en Cangallo. El fuego casi llega a las diversas viviendas cercanas. Los primeros informes hablan de por lo menos quince hectáreas de vegetación dañada.
También se produjo lo mismo en la comunidad de San José de Chilcas, en Vilcas Huamán, allí el fuego redujo a cenizas cientos de Puyas de Raymondi, que son característicos de la zona.
En el distrito de Llochegua- Huanta también se alertó de un incendio de grandes proporciones, ayer en horas de la noche. Por otro lado, en el distrito de Tambo- La Mar, los pobladores del anexo de Masinga tuvieron que luchar por varios días por un incendio que se expandió rápidamente.
Asimismo, en la comunidad de Manzanayocc (distrito de Socos – Huamanga) las llamas arrasaron gran parte del bosque, donde habitan animales silvestres. La población luchó casi 8 horas para controlar la situación.
Las altas temperaturas y la sequía prolongada han contribuido a la rápida propagación de las llamas, que han alcanzado áreas previamente consideradas seguras.
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